No es el primer colectivo que sufre el feroz ataque de la estrategia neoliberal. Antes fueron los maquinistas de Renfe, los basureros, los examinadores de Tráfico, el personal de tierra de Iberia, los controladores aéreos, el sector de los transportes públicos metropolitanos, el personal de Metro, los mineros, los profesionales de la sanidad, y los trabajadores de algunas grandes empresas, tales como los de Panrico, Coca-Cola o Movistar, entre otros muchos.