Los deportistas, especialmente los ciclistas, conocen bien lo que es la pájara, una sensación de desconexión entre el cerebro y el cuerpo que se produce en momentos de máximo esfuerzo. La pájara produce fatiga general, debilidad muscular, hipoglucemia, mareo y alucinaciones. El deportista quiere moverse, pero esa idea le parece más una ilusión que una capacidad física.