Las salares del mundo son conocidos por sus curiosos efectos ópticos. El fotógrafo ruso David Kordan se ha desplazado recientemente al Salar de Uyuni en Bolivia, el mayor del mundo, para fotografiar la Vía Láctea cuando se refleja sobre su lecho cubierto de sal. Según el fotógrafo es difícil encontrar lugares en los que el cielo sea completamente negro de noche ya que la contaminación lumínica afecta incluso a pueblos pequeños. El resultado es una serie de fotografías en las que es difícil apreciar donde termina la Tierra y empieza el Cosmos.