Aunque parezca absurdo hoy en día, durante muchos siglos los europeos no supieron a dónde iban las cigüeñas durante el invierno. No había métodos que permitiesen estudiar el asunto en detalle, y tradicionalmente se creía que las cigüeñas y otras aves como las golondrinas simplemente desaparecían en la lejanía del mar sin saber exactamente por qué, se escondían en lugares desconocidos o se transformaban en otros animales como ratones.