Si se compara la cifra con el número total de habitantes de México, veinte millones en aquella época, el exilio español de la Guerra Civil apenas supone el 0,1 %, una insignificancia cuantitativa, pero es que casi el 30 % de ellos eran profesores, intelectuales, artistas y profesionales, miembros de esa extraña estirpe que en las primeras décadas del siglo XX puso la cultura española a la altura de Europa. Aquí, tuvieron que dejar a un lado las ideologías y someterse a las leyes mexicanas, que prohibían meterse en política so pena de aplicársel