Imagina que de repente sientes que tus seres más allegados son auténticos impostores. No tienes pruebas, pero lo sabes. Este sentimiento puede deberse a una patología bastante inusual: Delirio de Capgras.

¿Recordáis la película La invasión de los ladrones de cuerpos? ¿O su remake de los años 70, La invasión de los ultracuerpos? En la vida real hay personas que, en un momento dado, empiezan a creer que alguien de su entorno, generalmente su pareja o un familiar muy cercano, es en realidad un impostor. Es la enfermedad de Capgras.

Durante varios años el señor X estuvo viviendo con miedo en su propia casa. Cuando se levantaba por la mañana sabía que tenía que lidiar con la misma mentira que había comenzado hacía unos años. Un día el señor X no aguantó más. Ese día cogió el teléfono cuando estaba sólo y llamó a la policía. Aquel día la policía se personó en casa del señor X. Le tomaron los datos y se los tomaron al resto de gente que se encontraba en su vivienda y que decían ser “su familia”.