Muchos organismos tienen la capacidad de repararse a sí mismos. Ahora, las máquinas empiezan a imitar esta propiedad. Un equipo de la Universidad Carnegie Mellon (Estados Unidos) ha creado un material autorreparable que cicatriza espontáneamente bajo un daño mecánico extremo. Y lo han aplicado en una rana robótica. Este material, compuesto de un componente blando, tiene de gotitas de metal líquido suspendidas en un elastómero (un tipo de polímero, primo del plástico).