Las mujeres no están presentes en la (Pre)Historia. No lo están ni sus aportaciones, ni sus conocimientos, ni sus trabajos. Esa exclusión no está basada en el conocimiento científico sino que es una construcción ideológica que se ha servido de las sociedades del pasado, para crear estereotipos que ayuden a justificar un determinado orden social en el presente. La investigación arqueológica está contribuyendo en los últimos años a romper esos prejuicios mediante el estudio de aspectos poco tratados hasta el momento.