Las vacunas contra el coronavirus de Pfizer-BioNTech y Moderna, las primeras que han logrado su aprobación en buena parte del mundo, tienen mucho en común. Son las más caras, pero también las que han logrado un mayor porcentaje de eficacia. La de Pfizer requiere temperaturas especialmente bajas para su conservación. Para Moderna no es necesario un frío tan extremo, aunque también necesita temperaturas bastante reducidas.