Es una herramienta que ayuda a entender el negocio desde la óptica cliente. De igual forma, aporta un mayor conocimiento del cliente dentro de la organización. Ayuda a revelar cuáles son los puntos que más afectan la experiencia y entrega pistas para mejorarla. Desde el punto de vista del cliente, la experiencia es una sola, sin importar quien está detrás de cada interacción. Los clientes esperan que las compañías los recuerden y conozcan sus necesidades, sin importar el punto de contacto.