Ni las TIC, ni la existencia de centros-gueto, ni la segregación escolar, ni los centros de excelencia, ni aumentando el número de asignaturas o la carga horaria de alguna de ellas...
No hay receta maravillosa ni herramienta que, más o menos publicitada, pueda sustituir a lo "hecho mano". Artesanía, en sus diferentes acepciones que permite, más allá de la individualización que supone el proceso, un trabajo mucho más manual.