Como todo el mundo sabe, salvo esos bisoños concejales de la CUP que postulan rodear con figuritas de indios compungidos su magno monumento frente al puerto de Barcelona, Cristóbal Colón no sólo era catalán –y catalanista– sino que, en un gesto de coherencia identitaria, hizo que sus tres carabelas partiesen rumbo al Nuevo Mundo desde el puerto gerundense de Pals, hechos todos ellos ocultados por los historiadores de Madrid durante siglos, igual que también es de sobra conocido hoy...