La cuadratura del círculo es el problema matemático más famoso de todos los tiempos, pero no el único. De hecho, los griegos plantearon otros dos problemas insondables y enigmáticos: la trisección del ángulo y la duplicación del cubo. Los helenos añadieron la apostilla de que estos tres problemas se debían resolver exclusivamente con la ayuda de una regla y un compás. Esta limitación se debió a que estos instrumentos tenían un carácter divino. La regla no estaba metrizada, con ella no se podía medir, únicamente se utilizaba para trazar rectas