Los fallecidos son una agente de Policía Nacional, de 36 años y recién incorporada tras una baja maternal y, el otro, un atracador. Un subinspector de Policía, de 41 años de edad, está muy grave tras recibir cinco impactos de bala en el abdomen. La otra persona herida, fuera de peligro, es una empleada de la entidad bancaria que fue usada de parapeto por uno de los asaltantes.