Tras más de un año de excavación y documentación, la misión ha sacado a la luz seis cámaras funerarias, la última es esta, escondida detrás de un muro de piedra de 2.600 años. En total, las tumbas contenían alrededor de 54 momias y esqueletos, cinco sarcófagos grandes, una docena de recipientes de alabastro egipcio, miles de figuras de Ushebtis y una extraña máscara de plata dorada. La última cámara descubierta contenía cuatro ataúdes de madera en mal estado de conservación. Uno de los ataúdes pertenecía a una mujer llamada Didibastett.