Es un relato precursor del cuento moderno que me produce una ternura especial. Se sirve del extrañamiento de una manera muy natural. El Odradek es un elemento extraño y familiar al mismo tiempo, distante y hogareño. Influye, creo, en Bioy Casares, Borges o Cortázar. Recomendación de Víctor Gomollón, diseñador editorial y editor de Jekyll & Jill.