Según cuentan (porque yo no he tenido la oportunidad de ir a China para comprobarlo), muchos taxistas chinos dejan crecer las uñas de sus meñiques hasta niveles que hacen casi difícil la conducción del coche. ¿Queréis descubrir el por qué de esta extraña costumbre?

De acuerdo a este mito, toda persona está atada por el meñique de un hilo rojo invisible que lo conducirá hacia otro persona con la que hará historia. De acuerdo a la leyenda, las dos personas conectadas por este hilo tendrán una historia importante, sin importar el lugar, el tiempo o las circunstancias. El hilo rojo se puede enredar, contraer y estirar, como seguramente a menudo ocurre, pero nunca se puede romper. En el cine hay dos momentos memorables que rinden tributo a la estética sutil y mistérica de este hilo rojo conductor.