Voy a emparejar aquí, a la ligera, a dos personas. Voy a decir este hizo esto y este otro hizo lo otro, como si estuvieran relacionados. Voy a hablar de mentirosos enfermizos, desconociendo las patologías. Que no se escandalicen los terapeutas que pasean sus manuales de diagnóstico en el bolso. No pretendo solucionar enigmas clínicos de dos en dos. Tan solo que os maravilléis conmigo de la oscuridad de la mente humana. Que cantemos al unísono: «¿Cómo puede ser?»