Hace unos meses leía en un trabajo académico de una importante universidad europea que durante el siglo XIX, en España, solo el País Vasco y Cataluña tuvieron una cierta industrialización. Una idea muy difundida y, sin embargo, falsa. Ignora que, tras un rápido crecimiento industrial a partir de 1835, Málaga llegó a ser, en la década de 1850, la segunda ciudad industrial de España, tras Barcelona. Destacó en los sectore siderometalúrgico, textil, químico y agroalimentario; en 1844, el 72% de la producción siderúrgica de España salía de Málaga.