David Armstrong, del Grupo de Astrofísica de Warwick, descubrió que el gigante de gas HAT-P-7b está afectado por fuertes vientos que provocan tormentas catastróficas. "Usando el satélite Kepler de la NASA, pudimos estudiar la luz reflejada de la atmósfera de HAT-P-7b, encontrando que la atmósfera cambiaba con el tiempo". Las propias nubes serían visualmente aturdidoras, probablemente hechas de corindón, el mineral que forma rubíes y zafiros. En español:
goo.gl/bL4l4x Rel.:
menea.me/17ku9