Aun cuando la lengua etrusca no ha sido completamente descifrada todavía, los investigadores tienen un conocimiento y comprensión parcial, que permite leer algunos textos y extraer su significado. Esto es posible gracias a las láminas de Pirgi, tres láminas de oro con un texto en fenicio y dos en etrusco, que guardan cierta correspondencia aunque no explican exactamente lo mismo.