Patada en el cristal y puente. Un Seat 124 blanco y tres chavales de 16 años. Las revoluciones las marcaba el salpicadero. Tiros, atracos y persecuciones a toda velocidad por calles y caminos. Del porro al caballo, del paro al palo. De la arquitectura-enjambre de protección oficial a los billares y las máquinas de marcianitos. Los Chunguitos, los Chichos y Bordón 4 a juego con las chaquetillas tejanas con pitillo y bambas. El Torete, el Fitipaldi, el Vaquilla, el Trompeta, el Pijo, el Jaro, el Pirri, todos fuera de la ley, ninguno lejos...