El cotilleo se convierte en la vía más rápida hacia la socialización. "Es útil porque ayuda a las personas a aprender a través de las experiencias de otros, al tiempo que les permite estrechar sus vínculos en el proceso", añaden. ¿Qué haces cuando te topas con un amigo al que no has visto desde hace mucho tiempo? Te pones al día, mucho antes que debatir la nueva factura de la luz o la última polémica en redes. Chismorrear facilita reforzar los lazos sociales, una tesis que lleva circulando en los estudios evolutivos bastantes años.