Tras la muerte de Calígula en el año 41 d.C., su tío Claudio fue aclamado emperador por los pretorianos, según una versión para mantener tranquila a la guardia germana, según otra, porque él estaba implicado en la conspiración contra su sobrino y salía beneficiado. En aquellos primeros dos días de confusión, las tropas se adelantaron al Senado, que tenía su propio candidato: Lucio Arruncio Camilo Escriboniano, gobernador de Dalmacia, quien no se conformó con el resultado final de los hechos.