Por mucho que no queramos verlo, el capitalismo no es un modelo sostenible. Y cuanto más tiempo tardemos en asimilarlo, más difícil será evitar las catastróficas consecuencias hacia la que nos dirige este suicida modelo económico y social. Las opciones para mantener nuestras necesidades cubiertas sin sobrepasar los límites del planeta son variadas, aunque cada vez queda menos margen de maniobra. Una de esas opciones que más está sonando últimamente es la "economía del dónut", propuesta por la economista Kate Raworth.

Para la prueba seleccionaron a 35 voluntarios y los dividieron en 5 grupos. Al grupo A les dieron un dónut relleno de gelatina de frutas. A los grupos B, C y D les dieron el mismo dónut acompañado de una botella de agua con las instrucciones de bebérsela media hora antes del dónut, durante el dónut o media hora después. El último grupo (E) se comió dos dónuts separados por un intervalo de media hora. Todos ellos pasaron por varias mediciones de glucosa en sangre antes, durante y hasta 150 minutos después del experimento.

Es lo que proponen científicos de la universidad de Harvard y de California. La misma Tierra una vez fue una sinestia: se tratan de objetos gigantes con forma de donut con un núcleo rocoso fundido y vapores girando alrededor que se forman cuando dos planetas chocan entre sí. Estos eventos fueron los que terminaron formando los planetas rocosos de nuestro sistema solar. Cuando dos objetos chocan se formarían superestructuras con forma de eritrocito o donut y con la suma de la energía y el momento angular de los objetos que colisionaron.

Investigadores españoles y alemanes han conseguido ver por primera vez los poros, con forma de anillo y media luna, que perfora la proteína Bax en la membrana de las mitocondrias. El avance, logrado gracias a microscopios de superresolución, puede ayudar a encontrar el ‘santo grial’ del suicidio celular, un proceso crucial para evitar el cáncer.