Tiene sentido: fue hace 50 años que James Bedford se transformó en la primera persona en ser criopreservada, es decir, congelada en un criostato usando un proceso que, en teoría, preserva sus órganos y tejidos y permitirá, en un futuro, descongelarlo para curarlo del cáncer terminal de páncreas que había hecho metástasis en sus pulmones hace medio siglo.