Los pasteleros y chocolateros del mundo llevan más de cuatrocientos años perfeccionando el arte de fabricar coberturas de chocolate. Colocan un molde, vierten la sustancia sobre él y esperan a que se enfríe hasta convertirse en una crujiente y deliciosa costra. El equipo de Pedro Reis, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), se ha inspirado en esta técnica para crear una nueva forma de construir moldes con polímeros que puede ser muy útil en la fabricación de objetos.