Con tanta subida de precios, tanto cierre de salas y tanta proliferación de ventanas de distribución, ir al cine se está convirtiendo en una rara avis que, cuando uno se puede permitir el lujo, lo mínimo es poder elegir dónde sentarse ¿pero dónde? Si vas solo, tú mismo, nadie te va a decir nada, pero si vas acompañado ve con cuidado porque tu elección dice mucho de ti. Según un estudio del psicólogo japonés Hiromi Mizuki,el carácter y estado de ánimo afecta en la elección de la butaca desde la que ver una película y para demostrar su teoría...