En 2012 Séralini y colaboradores publicaron un estudio en el Food and Chemical Toxicology, este estudio rápidamente fue retirado por conflictos de intéreses y supuestas fallas metodológicas. Los medios de divulgación "escépticos científicos" acusaron a Séralini de fraude, estafa y de manipular los datos, al mismo tiempo que se presentaban como los guardianes de la nueva ciencia. Un reciente artículo revela que parte de los grupos "escépticos" en los medios están involucrados con intéreses comerciales del RoundUP.