Hace unos 10.000 millones de años, solo 3700 millones de años después de que se hubiera producido el Big Bang y hubiera dado comienzo el universo, una galaxia enana llamada Gaia-Encélado impactó contra una Vía Láctea primigenia, y ésta, cuatro veces más masiva, la engulló por completo. Aquella brutal colisión modeló la cartografía de nuestra galaxia: debido a aquel impacto, algunas de las estrellas de ambas galaxias salieron despedidas hasta el halo de la Vía Láctea y la galaxia enana aportó materia prima, además, para crear nuevas estrellas.