El organismo europeo que coordina los trabajos (HERA) ha comunicado a los investigadores que, al abandonar España el proyecto, ningún científico de nuestro país podrá participar. Y habrá quien piense que, en estos momentos de quebranto económico, no están las arcas públicas para compartir la ciencia con Europa. Seguramente les convenza saber que el coste de estar presentes en un organismo que agrupa a veinticuatro países ascendía solo a un millón y medio de euros. Somos pobres, pero hemos quedado como tercermundistas.