La guerra de Troya ha estado presente de manera constante en la cultura occidental a lo largo de los siglos, dejando su impronta en la literatura, el pensamiento, la teoría política y las artes. Incluso durante el Medievo, cuando, perdida la obra homérica junto con el conocimiento de la lengua griega, los eruditos y estudiosos se entregaban con entusiasmo a la lectura de obras tardías y de muy inferior calidad, como los escritos atribuidos a Dictis y Dares o la llamada “Ilíada latina”.