¿Qué sucede si el consumo de un producto influye en la percepción que tenemos de dicho producto, haciéndonos pensar más en sus efectos gratificantes y menos en los problemas que ocasiona, hasta el punto de que, incluso sin dejarnos llevar por el impulso nacido de la adicción, creamos, al intentar pensar fría y objetivamente, que el producto nos hace más bien que mal? Esto es precisamente lo que sucede con los cigarrillos en los fumadores crónicos, según las conclusiones a las que se ha llegado en una investigación reciente...