Uno de sus alumnos era hijo de un diputado liberal, que un buen día le preguntó qué se podía hacer por el apoyo a la gimnasia. «Hacerla obligatoria en las escuelas», respondió. Fue así como logró que en 1880 dos diputados presentaran ante las cortes un proyecto de ley en el que se declaraba oficialmente que la gimnasia era obligatoria en las escuelas, respaldado por un informe de López Gómez y otros expertos. Si la gimnasia tiene hoy el peso que tiene en España, es gracias a este sevillano.