La idea de que perder peso rápido genera un terrible efecto rebote es la principal excusa que muchos nutricionistas argumentan contra la pérdida rápida de peso, pero ¿es cierto? Estudios, revisiones y metaanálisis indican que una pérdida rápida inicial está asociada a mejores resultados a largo plazo. El efecto rebote es real y se origina por la respuesta de los sistemas de regulación del peso corporal, pero no aumenta por usar un enfoque más agresivo al principio de la pérdida de peso. La clave: el aporte correcto de nutrientes esenciales.