Cada uno de los sabores corresponde a un tipo de receptor específico en la lengua. Hay cinco, los cuatro conocidos desde hace tiempo: dulce, salado, amargo y ácido, y un quinto más reciente y menos conocido, el umami (que se activa especialmente con el uso del glutamato, frencuente en la comida china), descubierto por Kikunae Ikeda, profesor de Química de Tokio, y que fue confirmado oficialmente en el año 2000. Ahora un sexto y nuevo sabor (o nuevo tipo de receptor) parece haber sido descubierto: el oleogustus, que se activaría con la grasa.