La manipulación de los hijos por parte de un cónyuge, o el entorno familiar de éste, con intención de que rechace a su otro progenitor es un tipo de Violencia Psicológica que constituye Maltrato Infantil, hecho que produce una grave perturbación en el niño, pudiendo llegar a inducir en estas víctimas, depresión crónica, incapacidad de funcionar en un ambiente psico-social normal, trastornos de identidad y de imagen, desesperación, sentimientos incontrolables de culpabilidad, sentimientos de aislamiento, comportamientos de hostilidad ...