Por eso es difícil concebir que este país y su pueblo, quedaron en el "ojo de tormenta" de la mayor catástrofe mundial del siglo XX, y la mayor de la historia de Ucrania, maquinada como genocidio por hambre. Durante los años 1932/33 murieron, por esta causa, de 7 a 10 millones de personas. Sin embargo el número exacto de víctimas aún no ha podido ser determinado por los historiadores y demógrafos, ni tampoco sus tremendas consecuencias sobre las posteriores generaciones.