Durante el siglo XIX, la ciudad de Nueva York vivió una época de expansión y desarrollo que transformó por completo la ciudad. Sin embargo, si bien la inmigración de aquella época ayudó al crecimiento de la ciudad, también trajo nuevos problemas a las calles. Para mediados del siglo XIX, la ciudad recibía cientos de miles de inmigrantes al año, muchos de ellos irlandeses que, en lugar de continuar su viaje para llegar a otras zonas de Estados Unidos, se establecieron en Nueva York. El hacinamiento, la pobreza, la dificultad (...)