La olla ferroviaria es un invento de los antiguos maquinistas, fogoneros y guardafrenos del Ferrocarril Hullero que hacía el trayecto entre La Robla (León) y Balmaseda (Vizcaya), más conocido como el Ferrocarril de La Robla, atravesando en su recorrido las provincias de Palencia y la antigua provincia de Santander, hoy región autonómica de Cantabria. Las estaciones, era un punto intermedio donde reposaban las máquinas de carbón y agua, allí se encontraban los únicos trenes de viajeros y mercancías, que trasportaban carbón y apeas.