Existe un buen puñado de lagos en Rumanía, pero solo uno está localizado en el cráter de un volcán. Se trata del Lago Santa Ana y, presisamente por su situación, tiene algunas características que lo hacen especial. Una de ellas es que pasa por ser, junto al lago Pingualuk de Canadá, el que tiene las aguas más puras del mundo. El volcán en cuestión se llama Ciomatu Mare y se encuentra cerca de la ciudad de Băile Tușnad, en los Cárpatos Orientales.