Y pensar que naces en un mundo en el que no hay ruidos, ni voces o al menos eso es lo que tus oídos perciben… Pensar que este niño tan pequeño no ha llegado a saber cual es la voz de sus padres me entristece muchísimo, pero si es verdad que al ver la reacción que tiene de alegría te hace pensar lo importante que es para un niño sus padres

El 27 de mayo de 1913, Monsieur Durkheim, profesor de filosofía en la Sorbona pronunció un fragmento de una conferencia dictada en Bolonia: Los juicios de valor...

Al oír nuestra propia voz el sonido que percibimos como vibraciones a través del aire mezcla con las vibraciones que nuestras cuerdas vocales transmiten a nuestro cráneo, vibraciones que al viajar por este bajan de frecuencia, con lo que la mezcla que oímos tiene un tono más bajo que nuestra voz real.

Audio filtrado sin edición.

"En la emisión de la voz influyen varias partes de nuestro cuerpo, no solo las cuerdas vocales o la laringe. Para una correcta fonación debemos tener en cuenta la postura, la respiración, la resonancia, etc. Es usual que con la edad suframos una especie de disfonía, es decir, una alteración en una o varias de las características que componen la voz. Pero esta disfonía no tiene que ver con un mal uso de la voz, sino al proceso de envejecimiento en sí".

Esta noticia pertenece al grupo de "otras noticias" que nadie lee, pero que también existen. Y esta noticia en concreto existe porque en los problemas mundiales e internacionales se suelen olvidar de los niños, que sufren los niños en las crisis humanitarias. Aconsejo leer esta entrada, y seguir este blog.

Cuando una persona inhala Helio, su voz se vuelve muy aguda (voz de pito), incluso chirriante o metálica como lo sería la de un robot. Este efecto resulta muy divertido y por eso se ha difundido mucho la práctica de esta "gracia" entre adolescentes (y personas maduritas). Sin embargo, no es una práctica recomendable porque tiene un importante riesgo: si se inhala demasiado gas o varias veces seguidas puede causar asfixia. Pero analicemos la cuestión por partes

Tanto hombres como mujeres tratamos de modificar nuestra voz para que resulte más atractiva a los oídos del sexo opuesto. Una investigación científica nos aporta algunos datos interesantes.

En la niñez nuestras voces tienen una frecuencia de unos 275Hz, indistintamente del sexo. Pero en la adolescencia se produce el gran desvío de caminos entre hombres y mujeres.