Por el momento, uno de sus mayores éxitos es la carta que recibió de Yulia, la nieta de Ziriánov, uno de los ejecutores de Stepán Karagodin, que le pidió perdón y le dio las gracias por abrirle los ojos sobre esa "vergonzosa página" en la historia familiar. "No encontrarás en mí un enemigo, sino una persona que quiere terminar de una vez y para siempre con este interminable baño de sangre ruso", le respondió Denís.