No podemos ser victimizadas por acciones y palabras que los hombres simplemente pueden ignorar: un avance sexual no deseado, una fuerte crítica, un comentario poco amable, una broma insípida, una llamada, un silbido, un guiño. Somos adultas competentes, totalmente equipadas para lidiar con conductas difíciles, desagradables, molestas o simplemente torpes. Estamos dotadas de humor, empatía, razón, perspectiva y compasión mediante por lo que podemos evaluar el comportamiento de los hombres que nos rodean sin desarrollar una actitud a la defensiva