La Madre, la Puta, la Virgen, la Tonta y muchos más clichés femeninos habitan el imaginario de Jodorowsky, alguno gótico como las novias zombis que salen de sus tumbas en el jardín de Fénix. La crítica apunta reiteradamente a la influencia de George A. Romero y Sam Raimi, pero Diego Moldes señala también como fuente un fatto di cronaca: el caso del psicópata Goyo Cárdenas, que mató y enterró en su jardín a treinta mujeres y, tras cumplir condena se rehabilitó completamente y se hizo abogado.