Paul Wight, más conocido en el mundo de la lucha libre como The Big Show, reconoce que el momento de la retirada le está resultando duro. Su adiós a los cuadriláteros y al espectáculo itinerante de la WWE no tiene nada que ver con el retrato patético del luchador terminal que retrató Darren Aronofsky en su película The wrestler (2008), protagonizada por Mickey Rourke, pero aún así siempre es difícil decir adiós. "Mi cuerpo va envejeciendo, pero mi mente es joven. Me gusta viajar y estar con el público.