La aproximación transgeneracional, basada en la comprobación de que nuestro destino está, en gran parte, determinado por las vivencias y experiencias emocionales de las generaciones que nos anteceden, es antigua y universal. Además, en la actualidad está tomando mucha fuerza el estudio de la epigenética, una rama de la biología que se centra en los cambios que experimenta el ADN a partir de sucesos ambientales y que perduran en el tiempo, pasando incluso, de generación en generación.