Lo cierto es que la aparición de fotografías en los carteles españoles de los años 30 supuso toda una revolución. Hasta entonces, y al igual que en el resto del mundo, se había seguido el patrón de usar ilustraciones, más fáciles de reproducir, y con más control sobre la imagen. Pero, sobre todo, con color. Las fotos desaparecerían de los carteles de propaganda durante la guerra civil, y ese patrón se mantendría con las nuevas campañas de turismo marca España de los años 60, y con el boom de la publicidad de esa misma década. Un nuevo país que