Sin apenas repercusión mediática, ya que la ciudadanía sólo oye hablar del cambio climático, los océanos se encuentran sometidos a impactos múltiples como consecuencia de la actividad humana: sobrepesca, anoxia provocada por vertidos de nitrógeno y fósforo, acidificación por absorción de CO2 de la atmósfera, calentamiento, y por último, pero no menos importante, son anegados con desechos de plástico que no son biodegradables y se van rompiendo y reduciendo su tamaño poco a poco, con el riesgo de entrar en la cadena trófica. El efecto combinado