Si eres una persona asidua a esta sección, seguro que reconoces esta frase: «Cuius rei demonstrationem mirabilem sane detexi. hanc marginis exiguitas non caperet». Y si no, al menos su traducción: «Conozco una demostración verdaderamente maravillosa de este teorema pero el margen de este libro es demasiado pequeno para contenerla». Claro, es la respuesta con la que el jurista francés Pierre de Fermat, apodado por Eric Temple Bell como el príncipe de los aficionados a las matemáticas, quiso atajar el problema que él mismo había enunciado de es